viernes, 3 de junio de 2016

En un segundo se te vá

Pues bien, de regreso. 

Han pasado varios meses sin tener la calma y la tranquilidad pero además la cabeza clara de lo que quería compartirles, HASTA AYER!

Primero, lo primero.

Ya a 36.7 semanas de embarazo, es decir, a un poco mas de 2 a 3 semanas para que llegue nuestro nuevo integrante. Y como imaginarán, con todos los retos que eso implica para todo: movilidad, sueño, MEMORIA, el inevitable síndrome del nido por el que estoy pasando ( si fuera pájaro, ya tendría toneladas de ramitas alrededor de mi y estaría tejiendo sin cesar).

A todo ésto, agréguese una hija de 2 años 7 meses, con mucha energía y que a mi parecer, está empezando a resentir la llegada del nuevo integrante y la falta de energía de mamá para andar dando volteretas sin cesar.

Aqui es donde quiero entrar en tema, en primera, darles un aplauso de pie a todas las mamás de más de un hijo, en serio. ¿Como le hacen?  ¿Cómo dividen su atención y sus cuidados, se mantienen alertas y llevan el día a día? ¡Ilústrenme!

Caramba! Que esto de ser mamá es todo un reto, constante, sin final, sin tregua, ni vacaciones, ni días de descanso, no hay "incapacidad", ni fines de semana. Eres y estás 24/7, aún si trabajas. 

En últimas fechas he leído como todos alrededor del mundo, el incidente del zoológico de Cincinatti y la ola de opiniones en contra de los padres del menor, asi como de las instalaciones del zoológico y las decisiones del staff, para controlar la situación. 

También hace un par de días me llegó la historia de una mami que jugando con su hijo de menos de dos años, éste se da un vuelco precipitado jugando y cae por la ventana a una altura de 2 metros, en su paso desprendiendo el mosquitero. Gracias a Dios en ésa historia, aun cuando fueron a dar al hospital, el niño está bien.

Pues ayer me tocó a mi, mi Xixa es una niña como cualquiera de su edad, inquieta, feliz y juguetona. Al querer subirla al coche para regresar de la guarde a la casa, la puse en el piso un momento, para subir mochila y bolsa pues comprenderán que con la pancita que me cargo todo se complica. Pues ese segundo que la pues en el piso bastó para que empezara a jugar y a correr y terminó bajándose a la calle, en pleno tráfico, no sin antes pasar detrás de un coche que iba a salir de reversa del estacionamiento de la escuela. Todo lo vi en cámara lenta, solté lo que traía en la mano y corrí, como pude (2 metros) y la alcancé a pescar del brazo en pleno pavimento. 

La abracé con fuerza y fuerte y firme le expliqué porque no debía hacer ésto. Honestamente no sé si me entendió, pero yo necesitaba comunicárselo. La subí al coche, la senté en su sillita y la aseguré, me puse al volante y rompí en llanto.

UN SEGUNDO, sólo un segundo bastó para pasar por tan amargo momento. 

Mamás, papás, no demos las cosas por sentado. Estemos alertas todo el tiempo, en menos de un parpadeo, las cosas pueden cambiar de ser un sueño perfecto a una tremenda pesadilla. Todos nos equivocamos y ninguno estamos exentos de que nos pueda pasar, con hijos pequeños, con hijos no tan pequeños, con adolescentes.

Y antes de emitir un juicio, estemos seguros, pero en serio seguros, de que hemos analizado todas las variables de la situación y de que lo que vamos a decir en realidad aporte a mejorar lo que sea que estamos evaluando. 

Ayer sentí que me moría y no dudo que algún conductor que por ahí pasaba, pensaría barbaridades de mi al ver la escena. Ni  modo.. no tenemos la película completa. 

Yo todavía tengo mucho que reflexionar al respecto. 

Por lo pronto, todos sanos y salvos después de un momento de terror. 

Y pronto subiremos el nivel de dificultad a DOS! 

OH GOD!



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